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En el hombre y en los animales todos, la orientación es una forma de conocer el mundo a partir de puntos ya conocidos. Es un instinto que tenemos ya desde recién nacidos y que se puede observar en los niños pequeños cuando buscan un objeto que se perdió de su vista porque algo se cruzó y lo ocultó. En la ciudad, el trazo generalmente cuadrado de las calles hace que el hombre se sienta muy limitado, sobre todo porque parece que sólo se moviera en un plano, es decir: en un mundo de sólo dos dimensiones (porque además, la llegada de los elevadores y las escaleras eléctricas hacen que el movimiento vertical se anule casi por completo) y de esta manera ese instinto de orientación está sumamente reducido.


¿QUÉ ES?
La orientación, vista de esta manera, es el conjunto de técnicas necesarias para que el hombre pueda moverse en un espacio tridimensional a partir de puntos de referencia específicos. Es necesario remarcar la importancia de esta tridimensionalidad, pues es precisamente este cambio de un mundo cotidiano de dos dimensiones a otro de tres el que hace sentir a la gente que es muy cimplicado moverse y orientarse en el campo. A rasgos generales, se distinguen dos tipos de orientación: la artificial o con instrumentos elaborados por el hombre, y la natural, donde se utilizan todos los elementos que nos proporciona el medio. Precisamente este último tipo de orientación es el que ha perdido el hombre de la ciudad.


¿EN QUÉ CONSISTE?
En responder tres preguntas básicas:

  • ¿Dónde estamos?
  • ¿Adónde vamos?
  • ¿Cuál es el camino más corto?


El último punto necesita una explicación aparte: en los cursos de orientación que doy, la gente entiende generalmente como “camino más corto” aquel que siga la línea recta pues todos saben que la distancia más corta entre dos puntos es precisamente ésa. Hay que recordar que en el campo difícilmente podremos encontrar como “mejor camino” una recta. Tal nombre se aplica a aquel camino que ofrezca las menores dificultades y, de ser posible, con amplia visibilidad; es decir: el “camino más corto” es en realidad el “mejor camino”. Es precisamente este punto el más difícil de resolver en la práctica.


ORIENTACIÓN ARTIFICIAL
La división de la orientación entre “natural” y artificial” sirve sólo para señalar el uso o no se elementos fabricados por el hombre para orientarse; aunque no deja de ser arbitraria, es bastante útil. ¿Qué elementos ha creado el hombre para orientarse?

  • Mapas
  • Brújulas
  • Astrolabio
  • Octante
  • Sextante
  • GPS (de las siglas en inglés: Global Position System: Sistema de Posición Global)
  • Otros


Tocaremos sólo los dos primeros como los más esenciales. Es necesario aprender y dominar su uso para estar orientados en todas las disciplinas de las actividades que se realizan fuera de las ciudades. Si se dominan, con el tiempo se puede rescatar gran parte del sentido de orientación, aunque no todo.


¿QUÉ ES LA BRÚJULA?
Inventada por los chinos, la brújula no es más que una aguja imantada que responde al campo magnético de la Tierra. Por supuesto, es la brújula más sencilla pero las actuales tienen diferentes partes específicas que evitan muchos errores de medición debidos al factor humano. La más completa pero sencilla es de la marca Silva, que se usa para las competencias de “orientacionismo” en Europa. Es ligera, sencilla y de fácil uso. Aquí hablaré de este tipo de brújula porque es más sencillo explicar todo el procedimiento de esa forma, pero si no se tiene a la mano este tipo, cualquiera será suficiente para aprender y únicamente se tendrán que hacer algunas pequeñas adaptaciones a lo aquí explicado.


PARTES DE LA BRÚJULA
Las partes son:

  • Base de plástico
  • Anillo giratorio graduado
  • Aguja magnética
  • Flecha orientadora y sus líneas auxiliares
  • Punto de lectura
  • Flecha de dirección de viaje y sus líneas auxiliares


BASE DE PLÁSTICO
Todo el cuerpo de la brújula está sostenido por una base de plástico resistente y transparente. Ahí están las demás piezas y generalmente uno olvida que la base está ahí. Tiene por sí misma sus privilegios, como una a tres escalas de medición y a veces una lupa, pero, sobre todo, la flecha de dirección de viaje. Es importante que la base sea transparente para que permita ver el mapa sin dificultad.


ANILLO GIRATORIO
La parte más notoria en la base de plástico es un cilindro aplastado. Sobre él hay un anillo giratorio que tiene divisiones cada determinada distancia y que completan un círculo de 360 grados, lo que convierte a esta escala en un transportador que puede medir ángulos. Las brújulas estándar tienen una división mínima de dos grados y son lo suficientemente buenas como para hacer viajes de mediana longitud sin muchas correcciones. Es preferible que la brújula tenga esta división lo más pequeña posible para evitar errores adicionales. Existen brújulas con división de cinco grados que se pusieron de moda de un día al otro, quizá sólo por ser un poco más baratas. Sencillamente no sirven en la mayoría de los casos en que deben ser usadas porque arrojan un error de medición demasiado alto.


AGUJA MAGNÉTICA
Dentro del cilindro está la aguja magnética, inmersa en aceite para que el movimiento de inercia sea frenado lo más rápidamente pero sin detener el avance de la aguja. Como ya dijimos, la aguja es la parte más importante de toda la brújula pues aún si se rompe toda la base y el cilindro, se puede usar, aunque con muchas más dificultades.


FLECHA ORIENTADORA
La flecha orientadora está también dentro del cilindro pero por debajo de la aguja magnética. Generalmente es una doble línea que semeja una gran flecha, con la punta señalada claramente por tres líneas que pretenden ser movimiento continuo. A los lados de esta flecha hay líneas que son paralelas a esta flecha y que son auxiliares.


PUNTO DE LECTURA
En la parte superior del cilindro, sobre la numeración de las divisiones mínimas del transportador, existe un punto, generalmente de color blanco. Ahí se realizará cualquier lectura que se haga con la brújula.


FLECHA DE DIRECCIÓN DE VIAJE
Es una línea que atraviesa la mayor parte de la base de plástico y termina con una flecha sencilla. A sus lados también hay líneas auxiliares, pero diferentes de la flecha orientadora.


¿QUÉ ES LO QUE MIDE UNA BRÚJULA?
Este aparato mide ángulos horizontales con respecto a una línea que es fija: la línea magnética de la Tierra. La parte roja de la aguja se dirigirá a la parte norte del campo magnético mientras la blanca se dirigirá al sur. Es muy importante remarcar que la brújula no apunta al norte, sino que sigue las líneas magnéticas. Lo que mide, entonces son ángulos horizontales con respecto a la línea magnética en la que estemos.


LÍNEAS MAGNÉTICAS
El magnetismo terrestre no es constante en toda la superficie. Se altera por yacimientos de minerales y masas de agua, por ejemplo. Si quisiéramos cortar una manzana con gajos que siguieran la forma de estas líneas, no tendríamos formas simétricas, sino bastante irregulares. Hay dos tipos de líneas magnéticas: las agónicas [de a, privativo, y gonos, ángulo: sin ángulo] y las isogónicas. En las primeras la parte roja de la aguja magnética apunta exactamente al norte geográfico y al mismo tiempo al norte magnético porque están alineadas. Sólo existen dos. En las líneas isogónicas la parte roja de la aguja magnética apunta exclusivamente al norte magnético.


LA ROSA DE LOS VIENTOS
La llamada “Rosa de los Vientos” es una representación que surgió de la marinería y representa básicamente los cuatro puntos cardinales (norte, sur, este, oeste) y los otros cuatro que hay entre ellos. Este forma de orientarse es útil en rasgos generales y se sigue usando, pero si se quiere tener más precisión, se usa un método numérico. Por supuesto, la Rosa de los Vientos abarca todo un círculo, por lo que puede ser dividido en grados, y todas las subdivisiones de éstos.

Cuando se usa esta forma de orientarse, a cada una de las direcciones que se marca o se dirige uno, se le llama azimut o lectura azimutal. Como la numeración parte del norte y crece hacia el oriente, los azimutes para los puntos cardinales son norte (N), 0 o 360ª; este (E), 90º; sur (S), 180º; oeste (W), 270º. El oeste no tiene como letra representativa la O para evitar confundirse con un cero y así se le pone la W, de la palabra alemana e inglesa para designar al mismo punto: “West”.

FORMA DE USAR LA BRÚJULA
Debe mantenérsela en la palma de la mano, con la flecha de orientación de viaje apuntando directamente hacia el frente, lo mismo que uno. La mejor posición es a la altura de la cintura pues de ese modo se evita el error de paralaje creado por los ojos. Cuando la aguja magnética se estabilice en una posición, el disco graduado debe girarse de tal manera que la punta de la flecha orientadora esté directamente debajo del extremo rojo de la aguja magnética.


TIPS ÚTILES PARA USAR LA BRUJULA

  • Colocarla justo a nivel de la cintura
  • El frente del cuerpo debe mirar en la misma dirección que la Flecha de dirección de viaje
  • La brújula no debe estar inclinada
  • Alejarse de cuerpos metálicos o electrificados
  • Quitarse el reloj de pulsera (sobre todo si es electrónico) al usarla


EJERCICIOS PARA SU USO
En el papel se puede trazar una figura geométrica en base a un transportador y eso no nos causa ningún problema. Sin embargo, al tratar de trazar esa misma figura geométrica con una brújula (que no es a fin de cuentas más que otro transportador) empiezan a surgir problemas que en realidad son aparentes. Para solucionarlos en una práctica sencilla es necesario “dibujar” un triángulo sobre una superficie plana de gran extensión. Se hace de la siguiente forma:

  • Se dirige la flecha orientadora hacia el azimut cero, es decir, al norte magnético.
  • Se traza una línea de caminata hacia ese punto indefinido que marca la aguja.
  • Se camina por esa línea rectas por una distancia determinada. Digamos: unos veinte pasos.
  • Al terminar de caminar esa distancia, se le suman 120 grados al azimut que se ha seguido.
  • Se repite la misma distancia: 20 pasos y después se vuelven a sumar 120º a la segunda lectura para caminar por tercera vez 20 pasos.


Si se ha hecho todo bien, al finalizar el ejercicio la persona debe estar exactamente en el mismo punto en que comenzó. Para saber si esto es cierto, es recomendable dejar una moneda o piedra pequeña en el sitio de partida. La habilidad de quien haga este ejercicio depende de la constancia y de que encuentre los errores que comete cada ocasión que realice el ejercicio.


ELEMENTOS PARA MEJORAR EL EJERCICIO

  • En la línea que se va a caminar: elegir un punto visible al cual dirigirse. Si esto no es posible, ubicar puntos que sirvan de referencia y que eviten una desviación.
  • Al caminar: dar los pasos con la misma longitud de zancada. Generalmente todos comenzamos con una zancada larga y después aminoramos. También damos pasos más largos con una pierna que con otra.
  • No mirar continuamente la brújula, sino la superficie sobre la cual se camina. Este es uno de los errores más frecuentes, pues la gente olvida que al moverse hacia un lado o al otro, la aguja sigue marcando al mismo punto.
  • Al cambiar de dirección: dar el giro con todo el cuerpo y no sólo con la brújula.
  • Evita hacer este ejercicio en lugares donde haya alumbrado público o edificios altos, pues están electrizados y desvían a la aguja.
  • Por supuesto, cuando alguien puede hacer correctamente este ejercicio, podrá seguir trazando cualquier figura geométrica con la brújula. La siguiente en dificultad es un cuadrado, luego un rectángulo, un pentágono, un hexágono y posteriormente una figura irregular. El ejercicio es algo tedioso al principio, pero está elaborado precisamente para mejorar el uso de la brújula, que es el primer paso, y muy importante, para orientarse con ella.


¿QUÉ BRÚJULA ELEGIR?
El tipo de brújula a elegir depende de la actividad que se realice, pero para actividades en tierra que no tengan mucha precisión, las brújulas Silva funcionan muy bien. Aunque la marca Silva fue prohibida en Estados Unidos, hay otras marcas de buena calidad que pueden conseguirse, como la Brunton o la Sunnto. Todas están diseñadas en base al funcionamiento de las brújulas Silva. La aguja magnética está siempre sumergida en un aceite especial para que no se balancee sobre su eje y se detenga pronto. Generalmente
COMO LOCALIZAR UN PUNTO EN EL TERRENO
Si queremos ubicar un punto con precisión, lo más fácil es utilizar puntos de referencia y de hecho eso es lo que se hace. Por ejemplo: en una planicie rodeada de montañas, lo más común es que ellas nos sirvan de guía si se quiere encontrar el sitio nuevamente. En pocas palabras, se toman como lo hacen los personajes de un clásico cuento de piratas, como por ejemplo El Escarabajo de Oro, de Edgar Allan Poe.

Si a esta ubicación se le quiere dar una precisión mayor, se dirá a qué distancia se encuentra de determinado punto no móvil. Con la brújula es más sencillo hacerlo y más preciso. Pongamos un ejemplo.

En la misma llanura rodeada de montañas hemos colocado un campamento y queremos salir a dar la vuelta en los alrededores. Las superficies planas son las más complicadas para orientarse sin instrumentos, sobre todo si no las conocemos. Así que tomamos la brújula y en el centro del campamento tomamos la lectura hacia la montaña A que tiene algo muy distintivo que nos llamará la atención desde dondequiera que estemos. Hemos trazado una línea imaginaria entre nosotros y el punto A, que en este caso es una montaña que reconoceremos con facilidad.

Ahora sabemos que el campamento está en algún lugar de esa línea que acabamos de trazar imaginariamente. Pero, como todas las líneas, ésta se extiende al infinito y no sabemos a qué distancia de esa montaña se encuentra el campamento. En realidad, puede ser a un kilómetro o a cien.

El segundo paso es establecer otra línea a un punto diferente pero igualmente llamativo. El proceso sigue siendo el mismo con esa línea aislada. Con respecto a ella, no sabemos a qué distancia estamos. Pero ahora tenemos dos puntos de referencia y podemos extrapolar las líneas en un solo sentido hasta que se crucen. Justamente en el lugar donde ambas se entrecruzan, está el campamento desde donde realizamos las mediciones.

Este método, llamado triangulación porque se establecen posiciones entre tres puntos determinados, es sencillo bastante rápido y eficaz. Sólo hay que aclarar que podemos tener errores de lectura que nunca podrán ser eliminados porque dependen de nuestra propia falibilidad y del instrumento en sí, así que mientras más puntos de referencia tengamos, tendremos más probabilidades de hallar el campamento con rapidez.


TRIANGULACIÓN: LA PARTE PRACTICA
Supongamos que deseamos establecer la posición de un punto que es importante para nosotros. Lo hacemos de la siguiente manera.

  • Colocarse sobre el punto exacto que deseamos determinar.
  • Escoger puntos del horizonte bastante prominentes. Pueden ser rocas con formas especiales, montañas, valles, árboles, etc.
  • Tomar la lectura de cada uno de esos puntos y anotarlos.
  • El punto está ya determinado con nuestra brújula.


Digamos que escogimos dos puntos diferentes: un árbol, con un azimut de 90 grados, y una roca, con un azimut de 180 grados. Donde ambas líneas se crucen está nuestro punto.


TRUCOS QUE PUEDEN SERVIR
Deben escogerse de preferencia puntos que no sean amplios, como el caso de los valles o montañas redondas. Si lo hiciéramos, tendríamos más probabilidad de error porque en realidad no se trata de puntos, sino de zonas amplias y dentro de ellas tendríamos que escoger nuevamente otro punto. La experiencia de muchos cursos de orientación a este respecto siempre es repetitiva porque los muchachos tienden a escoger, por ejemplo, un valle, pero una vez que se les pregunta de qué parte del valle se trata, se dan cuenta que cometieron un error. Mientras más exactos sean los puntos, será mejor.

Por supuesto, mientras mayor cantidad de puntos de referencia tengamos, el sitio estará mejor determinado. Aun dentro de un cuento de piratas es fácil deducir que no es lo mismo

  • que el tesoro se encuentre a diez pasos al norte de la roca que tiene una cueva
  • que el tesoro se encuentre en un punto situado en 40 grados de una roca verdaderamente inconfundible, en 100 grados de un lago, en 360 grados de la montaña más alta de la isla, etc.


En el segundo caso, el punto está determinado por muchas más referencias que en el primero.


TRIANGULACIÓN MÚLTIPLE
Orientarse en un terreno con detalles orográficos es realmente muy sencillo porque hay gran cantidad de lugares de los cuales podemos echar mano para no perdernos; la brújula, entonces, no es necesaria si se conocen bien los métodos de orientación por indicios naturales. Pero hablemos de este instrumento y cómo orientarse en ese terreno.

El método para desplazarse en una cordillera no difiere en absoluto del mencionado arriba, salvo por un detalle: se trata ahora de ubicar un punto que se mueve y no de uno estacionario. Quizá se puedan perder los puntos de referencia de nuestra vista o no hallemos un camino practicable. O la pregunta más sencilla: ¿cómo orientarse dentro de un bosque que no tiene nada de lo cual echar mano?

Supongamos que tenemos que movernos de un punto a otro en un lugar que no conocemos pero que tiene las características que ya señalamos: montañas y gran cantidad de lugares visibles. Como debemos evitar perdernos, lo ideal sería hacer una triangulación por cada punto en que nos encontremos. De esta manera tendríamos una línea definida (nuestra trayectoria) con respecto a todos los puntos alrededor nuestro. Pero esto es bastante impráctico, por lo que es necesario reducir las lecturas a una cantidad que no interrumpa nuestra velocidad normal de viaje pero que asegure una cantidad suficiente de puntos que provoquen el mismo resultado.

Este método se llama triangulación múltiple y consiste en triangular un punto con respecto de otros (por lo menos cuatro diferentes y casi opuestos entre sí). La triangulación se debe hacer continuamente. La frecuencia depende del terreno (qué tan seguido podemos observar aquellos detalles que nos sirven de punto de partida), de la distancia que hayamos caminado y de las condiciones atmosféricas.

La triangulación múltiple hace posible establecer una línea de desplazamiento en cualquier tipo de terreno con respecto a las características más sobresalientes de éste. Aunque el viajero no conozca el terreno en el que se está desplazando, podrá moverse con relativa facilidad sin perderse. El caso extremo sería el de una persona que sobrevivió a un accidente aéreo y está en una región que no conoce; por lo tanto, no conoce exactamente de dónde vino y no tiene la menor idea de hacia dónde dirigirse. Pero este método le sirve para poder explorar el terreno y la probabilidad de perder el punto del cual salió (en este caso sería lo que queda del avión) es muy baja, aun si el método se está aprendiendo apenas.


CUÁL ES UNA BRÚJULA RECOMENDABLE
Una brújula debe ser un objeto que viaje constantemente en nuestro bolsillo porque puede sacarnos de dificultades aun en la ciudad. Existe una gran variedad de modelos y marcas de brújulas que pueden ser compradas

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  Robert Stephenson Smyth
Baden-Powell, Lord of Gilwell.

Nació en Londres, Inglaterra, el 22 de febrero de 1857. Su padre fue el reverendo H.G. Baden-Powell, profesor en Oxford. Su madre fue hija del almirante inglés W.T. Smyth. Su bisabuelo materno, Joseph Brewer Smyth, había ido a América como colonizador en Nueva Jersey, pero había regresado a Inglaterra naufragando en su viaje de regreso. Baden-Powell fue, por lo tanto, el descendiente de un religioso por un lado, y de un aventurero colonizador del Nuevo Mundo por el otro.

Su padre murió cuando Robert tenía unos tres años de edad, dejando a su madre con siete hijos, el mayor con menos de catorce años de edad. Con frecuencia sufrieron penalidades, pero el mutuo amor de la madre por los hijos y de éstos por la madre siempre los sacó adelante. Robert vivió una vida encantadora al aire libre en compañía de sus hermanos, excursionando y acampando con ellos en muchos lugares de Inglaterra.

En 1870 obtuvo una beca en la escuela Charterhouse, de Londres. No era un estudiante distinguido, pero sí uno de los más activos. Era siempre el centro de todo lo más sonado que acontecía en el patio de la escuela y pronto adquirió fama como portero en el equipo de futbol soccer de Charterhouse. Sus habilidades como actor eran sumamente apreciadas por sus compañeros de escuela, cada vez que se le requería para ello, su actuación tenía encantada a toda la escuela.

A los 19 años se graduó en Charterhouse, e inmediatamente aceptó la oportunidad de ir a la India como subteniente en el regimiento que había formado el ala derecha de la caballería que se hizo famosa en la guerra de Crimea.

Además de prestar excelentes servicios militares, a la edad de veintiséis años ya era capitán, ganó el más preciado trofeo de deportes en toda la India en la caza del jabalí, provisto de una lanza corta como única arma.

En 1887 B-P se encontraba en África tomando parte en la campaña en contra de los zulúes, y más tarde en contra de las tribus de los feroces ashantis y de los salvajes guerreros matabeles. Los nativos llegaron a respetarle tanto que, por su valor, su pericia Scout y su asombrosa habilidad para acechar, le dieron el nombre de "Impeesa", que quiere decir "Lobo que nunca duerme".

Se acumulaban dificultades en el sur de África. Las relaciones entre los gobierno británico y el de la república de Transval se habían roto. A Baden-Powell se le ordenó formar dos batallones de rifleros montados, e ir con ellos a Mafeking, una ciudad en el corazón del África del Sur.

Estalló la guerra, y durante 217 días, a partir del 13 de octubre de 1899, B-P defendió Mafeking, resistiendo el sitio contra fuerzas mucho más numerosas, hasta que le llegaron refuerzos el 18 de mayo de 1900.

La Gran Bretaña había permanecido en suspenso durante estos largos meses; cuando finalmente recibió la noticia de que se había logrado el objetivo buscado, B-P fue elevado al rango de Mayor General y convertido en el héroe de sus conciudadanos.

En 1901, como héroe de hombres y muchachos, regresó del África a Inglaterra para ser colmado de honores y descubrir, con sorpresa, que su popularidad personal se había extendido a su libro "Aids to Scouting" (Ayudas para el Escultismo), destinado al ejército, y que estaba siendo usado como libro de texto en las escuelas para muchachos.

Esto para B-P era una gran oportunidad. Se dio cuenta de que ahí estaba su ocasión de ayudar a los muchachos de su patria a convertirse en jóvenes fuertes. Si un libro sobre Escultismo, escrito para hombres, les había atraído, ¡cuánto más les atraería uno escrito para ellos!

Se puso a trabajar recopilando sus experiencias en la India y en el África entre los zulúes y otras tribus salvajes. Se hizo de una biblioteca especial y leyó todo lo relativo a la educación de los muchachos a través de la historia, desde los muchachos espartanos, los antiguos británicos y los indios Pieles Rojas, hasta nuestros días.

B-P desarrolló despacio y con sumo cuidado la idea del Escultismo, deseaba estar seguro de que daría resultado. Así pues, en el verano de 1907 llevó un grupo de veinte muchachos a la isla de Brownsea, en el Canal de la Mancha, al primer Campamento Scout que el mundo contempló. El campamento fue un gran éxito.

Y después, en los primeros meses de 1908, publicó en cuatro entregas quincenales e ilustrado por él mismo, su "Manual de Adiestramiento: Escultismo para Muchachos", sin siquiera soñar que este libro sería el motor que pondría en marcha un sistema que habría de impactar a muchachos del mundo entero. Aún no había acabado de aparecer Escultismo para Muchachos en las vitrinas de las librerías y en los puestos de revistas, cuando ya se habían comenzado a formar Patrullas y Tropas de Scouts, no sólo en Inglaterra, sino también en otros países.

El Movimiento creció y creció; para 1910 había alcanzado tales proporciones, que B-P se dio cuenta de que el Escultismo iba a ser su obra. Tuvo la visión y la fe para reconocer que podía hacer más por su patria educando a las generaciones nacientes para que sus muchachos se convirtieran en buenos ciudadanos, que entrenando a hombres para convertirlos en buenos soldados.

Por lo tanto, renunció a su puesto en el ejército, donde ya ostentaba el grado de Teniente General, y se embarcó en su segunda vida, su vida de Servicio al mundo a través del Escultismo. Recogió su premio en el crecimiento del Movimiento Scout y en el amor y el respeto que le tenían todos los muchachos alrededor del mundo.

En 1912 hizo un viaje por todo el mundo para conocer los Scouts de muchos países. Eran los principios de la Hermandad Mundial. Sobrevino la primera guerra mundial e interrumpió por algún tiempo este trabajo, pero al final de las hostilidades lo reasumió. En 1920 los Scouts de todo el orbe se congregaron en Londres en la primera reunión internacional: el Primer Jamboree Mundial. La ultima noche de este Jamboree, el 6 de agosto, B-P fue proclamado Jefe Scout Mundial por una entusiasta multitud de muchachos.

El Movimiento Scout continuó creciendo. El día que el Movimiento cumplió su vigésimo primer aniversario, sus miembros habían llegado a la cifra de dos millones, repartidos prácticamente en todas las naciones civilizadas. En esa ocasión, B-P fue honrado por el rey Jorge V haciéndole Barón con el título de Lord Baden-Powell de Gilwell. Sin embargo, para todos los Scouts será siempre B-P, Jefe Scout Mundial.

Murió apaciblemente el 8 de enero de 1941; un grupo de soldados y scouts, en que se mezclaron los blancos y los negros, lo condujo hasta su última morada a la sombra del Monte Kenya.

 
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